Todo sobre Thermage

El conocido "lifting del almuerzo" cumplió recientemente 10 años. Aprobado por las autoridades sanitarias de la Unión Europea y de Estados Unidos, el tratamiento Thermage continúa haciendo furor en el país.  Y es que su promesa de sacar de encima años parece cumplirse entre las que ya lo han probado (y ellas se encargan de esparcir los beneficios de esta tecnología entre amigas y conocidas). Logra resultados que hasta hace tiempo parecían imposibles de alcanzar sin pasar por una operación quirúrgica, con todo lo que implica (postoperatorio, tiempo de reposo, medicación complementaria y, sobre todo, la evidencia de los rasgos modificados). 

Esta técnica, de la que ya echaron mano reconocidas personalidades del espectáculo mundial (Por citar algunas: G. Paltrow, Madonna, Demi Moore entre otras del ámbito local como Dolores Barreiro y Mariana Arias) cambió el panorama de la estética desde su llegada: su uso mejora notablemente el estado de la piel, pero no altera radicalmente la fisonomía. Es un método no invasivo, totalmente seguro e indoloro, que no requiere anestesia, no deja marcas ni enrojece la piel.¿Cómo actúa? Produce la retracción de las fibras de colágeno, lo que genera un efecto lifting en las zonas caídas, un efecto propio del paso de los años, cuando la piel pierde sus tensores naturales.  Mejora notoriamente la calidad general de la piel, la flaccidez cutánea y las arrugas finas”. 

Los resultados son realmente espectaculares, siempre y cuando los candidatos sean los correctos. Ahora bien, no hay que generar falsas expectativas. Thermage no actúa sobre arrugas pronunciadas ni sobre las manchas. Lo que sí hace es reducir los signos de envejecimiento de la piel, dándole una apariencia más fresca y juvenil. Se trata de una tecnología de avanzada que aplica calor profundo sin dañar la epidermis. 

El sistema consiste en un emisor de radiofrecuencias que calienta las capas profundas de la piel y provoca la contracción del colágeno y de la elastina, moléculas encargadas de constituir la matriz que soporta las estructuras de la piel y da forma al contorno facial. Así, se forman nuevas fibras que toman el lugar de las ya envejecidas. Con sólo posar la punta del cabezal del sofisticado aparato sobre la cara de la paciente, el sistema determina con exactitud el tipo de piel de la persona y ajusta la intensidad de la radiofrecuencia a sus características individuales.

Para el Dr. Sergio Korzín, cirujano de Lasermed, esta tecnología es “para gente que no desea operarse y no tiene una gran flaccidez. La gran novedad es la posibilidad de –en vez de inyectar calor directo que quemaría la piel– insertar energía, que se transforma en calor, y que el calor por un proceso de frío se neutralice en las capas superficiales. El resultado se ve a partir de la 4ta. semana y continúa mejorando hasta el sexto mes. Se utiliza secundariamente en el tratamiento del acné activo “porque también actúa sobre las glándulas sebáceas pero, la función más requerida obviamente es la del mejoramiento del contorno facial. Es remodelamiento, retracción y formación del ángulo mandibular. Al producir retracción mejora la flaccidez del rostro. 

Lo que tiene que quedar claro es que, al no ser quirúrgico, los efectos son menos drásticos que si realizara un lifting”, afirma la Dra. Velia Lemel, dermatóloga del centro Piel & Láser.Se realiza en una sola sesión y es muy simple: no requiere análisis previos, tests de alergia ni la asepsia propia de prácticas invasivas. El paciente se acuesta en una camilla durante 1 hora y media, tiempo en el cual puede conversar con el médico, quien antes de aplicar el calor le dibuja una grilla sobre la piel con tinta lavable, que va a servir de guía para la aplicación de los pulsos. El equipo emite energía por radiofrecuencia con una sofisticada punta descartable que se apoya directamente sobre la piel.

Según el lugar que se quiera reforzar, se apoya más de una vez, como un sello que se coloca y se retira inmediatamente, pero sin ejercer presión. La vida útil de cada punta, que mide 1 cm de diámetro, es de 4 horas aproximadamente, tiempo después del cual hay que desecharla porque el aparato no la reconoce. “La sensación exacta del pulso, que dura pocos segundos, es de calor-frío-calor: ocurre que el frío es tan sutil que casi no se siente. De todas maneras, también se puede regular la emisión de la energía, ya que cada paciente tiene una tolerancia diferente”, explica la doctora Lemel. ”Se puede hacer en cualquier momento del año, no importa si la piel está bronceada o si la persona va a salir al sol después de hacerse el tratamiento. Además, puede terminar la sesión y ponerse base de maquillaje, no porque haya que tapar nada, pero si tiene ganas de maquillarse puede hacerlo”, concluye la especialista. Es un tratamiento seguro, sólo contraindicado para pacientes con marcapasos. 

¿REEMPLAZO DEL LIFTING? Los especialistas que realizan Thermage en nuestro país coinciden en que, haciendo las salvedades pertinentes, se puede hablar de un efecto similar al del lifting, aunque más sutil. “Se está diciendo que lo reemplaza, pero no es así. Es una herramienta diferente, ideal para gente que no quiere o no puede operarse, o para quienes todavía no necesitan pasar por un quirófano pero quieren un cambio. Thermage actúa a otro nivel: en el lifting se llega al nivel muscular pero no se hace nada con la calidad de la piel. La radiofrecuencia no va más allá de la dermis, es decir, no actúa a nivel del músculo, pero mejora el colágeno, lo que produce esta retracción de la que hablamos y un cambio significativo en el aspecto general de la piel”.

Para todos los especialistas, es ideal detectar con precisión los candidatos correctos para este procedimiento. Son quienes quieren mejorar los surcos nasogenianos, el tercio inferior de la cara, el contorno facial, levantar la flaccidez de la piel y del cuello. También ayuda a elevar la zona de cola de cejas y el famoso efecto “perrito bulldog”, esa piel que se acumula a los costados del mentón. “Hay gente que no es candidata, por ejemplo pacientes muy grandes. El candidato ideal tiene hasta 60 años. Sin embargo, hay gente de más edad que no viene con tanta expectativa, sino que quiere un cambio sutil: para ellos también sirve”.

Desde el punto de vista de la medicina estética, no existe un único procedimiento que solucione las huellas del paso del tiempo. Es una combinación de diferentes métodos lo que realmente da buenos resultados. En los últimos años, la aparición de la toxina butolínica, el láser y los rellenos aportó diferentes soluciones para diversos problemas y todos los especialistas coinciden en que una buena combinación de estos métodos da los mejores resultados. “


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