Todo lo que quisiste saber sobre el acné



El acné es una enfermedad que se caracteriza por la aparición de lesiones en la piel como consecuencia de una inflamación y posterior infección del poro folicular. Tiene una incidencia elevada y, según estudios estadísticos, afecta a un 30 a 85% de la población comprendida entre los12 y los 24 años. El pico más alto se registra entre los 14 y los 17años en las mujeres y entre los 16 y los 19 años en los varones. 


¿CÓMO SE PRODUCE?

El acné se manifiesta clínicamente con diferentes tipos de lesiones, pudiendo presentarse varias de ellas en un mismo paciente. Estas lesiones pueden ser inflamatorias y no inflamatorias. Dentro de las no inflamatorias se incluyen los comedones cerrados y abiertos "puntos negros". Entre las inflamatorias están pápulas rojizas, pústulas, nódulos y quistes. Estas dos últimas son las más importantes, ya que pueden dejar cicatrices residuales en su evolución, que son la secuela más importante del acné.

También se puede producir debido a un aumento de producción de sebo e hiperplasia de la glándula sebácea, por descamación anormal de los queratinocitos, por la presencia de propionibacterium acnés, o por inflamación.

¿CUÁNTOS TIPOS DE ACNÉ PODEMOS ENCONTRAR?

» Acné vulgar: se caracteriza por la presencia de comedones, pápulas, pústulas, quistes y nódulos en la cara, cuello y parte superior del tronco y hombros. Típico durante la adolescencia, se presenta con diversa gravedad.

» Acné Comedón o Comedoniano: la seborrea de la piel aparece con numerosos comedones. Es la forma más leve.

» Acné Papuloso: gran cantidad de comedones, muchos de ellos inflamados. No aparecen, o lo hacen en pequeño número. Las lesiones presentan pus.

» Acné Atrófico: aparece en ocasiones. Es un acné papuloso, sobre todo si es muy intenso. Evoluciona dejando pequeñas oquedades y cicatrices en la piel.

» Acné Conglobata (Conglobato = masa redonda): se caracteriza por la presencia de numerosos comedones con gran tamaño, algunos de ellos dobles o triples, así como por la aparición de grandes abscesos con fístulas que los comunican entre sí, quistes y nódulos inflamatorios. La supuración es frecuente y en ocasiones abundante. Algunas veces se presenta asociado a otras enfermedades, por un defecto del sistema inmunitario, al parecer.

» Acné Premenstrual: hace referencia a lesiones de acné, que aparecen o empeoran durante el período previo a la menstruación en las mujeres. Se debe a las modificaciones hormonales que se producen durante el ciclo.

» Acné Neonatorum o Acné del Recién Nacido: poco numerosas, son lesiones papulo-pustulosas que aparecen en la cara durante las primeras 48-72 horas de vida. Al parecer, están relacionadas con la progesterona materna en la sangre del recién nacido.

» Acné queloideo: se caracteriza por cicatrices residuales, que engrosan formando queloides. Es más frecuente en la raza negra y oriental.

» Acné Tropical: variedad que se da especialmente en regiones tropicales con clima cálido y húmedo. Afecta predominantemente a espalda, nalgas y muslos, respetando la cara.

» Acné por contacto: se debe al contacto con la piel, de forma voluntaria o involuntaria, de sustancias que favorecen la formación de comedones. Es el caso de trabajadores en algunos sectores industriales, que están en contacto con hidrocarburos clorados (cloracné), aceite de petróleo o resinas. También es el caso del contacto con ciertas cremas, maquillajes, aceites e incluso, filtros solares (acné cosmética).

» Acné Iatrogénico: es el originado por determinados fármacos (RAM), como efecto secundario. El ejemplo típico es el de los corticosteroides (acné esteroideo), pero puede ser producido por otros como los anabolizantes y androgénicos, bromuros, glucocorticoides, yoduros, isoniacida o anticonceptivos orales.

» Acné Rosácea: aun cuando durante mucho tiempo se ha considerado como una forma de acné, sus características clínicas y anatomo-patológicas le dan la consideración suficiente como para considerarla una entidad aparte: la rosácea.

» Acné Quístico: es la forma más grave de acné. Cursa con comedones, pápulas, pústulas y, especialmente, con nódulos inflamatorios, abscesos dolorosos indurados y quistes con ocasionales costras sangrantes.


¿ES IGUAL EL ACNÉ DE UNA ADOLESCENTE QUE EL DE UNA MUJER ADULTA?

Los trastornos hormonales y glandulares son los responsables del acné en la mujer adulta y, en muchos casos, en la paciente puberal. Debe tratarse de igual forma, aunque la respuesta puede ser variable ya que depende de factores múltiples.


¿CUÁL ES EL PERFIL MAYORITARIO DE LA MUJER QUE PADECE ACNÉ?

El más frecuente se da en la pubertad, aunque cada vez observamos mayor incidencia en la mujer adulta, debido a trastornos hormonales, glandulares o multifactoriales.


¿CUÁLES SON LOS FACTORES DESENCADENANTES DEL ACNÉ? 

➔ Actividad hormonal, como los ciclos menstruales en la pubertad.

➔ Estrés, impulsado por las descargas de las glándulas suprarrenales.

➔ Algunos medicamentos.

➔ La exposición a altos niveles de compuestos de cloro.

➔ La dieta. Hasta hace poco se consideraba que en el empeoramiento del acné desempeñaba un papel importante la alimentación, en concreto ciertos alimentos como el chocolate, las patatas fritas o el azúcar, entre otros. Sin embargo, cada vez más son los hallazgos científicos que demuestran que esto no es cierto. Estos alimentos ricos en grasas, pueden favorecer el aumento de las secreciones sebáceas y podrían empeorar el acné si está ya desarrollado. En consecuencia, aquellas personas que ya sufren de acné se les recomiendan ciertas normas de higiene dietética, que, aunque no se considera un tratamiento como tal contra el acné, contribuye a no empeorar su evolución. El consenso entre los profesionales de la salud es observar y controlar la dieta del paciente con acné, evitando el consumo de aquellos alimentos, cuya ingesta lo empeora.

➔ Un estudio reciente basado en el seguimiento de 47.335 mujeres, encontró una asociación positiva entre el consumo de leche descremada y el acné. Los investigadores especulan sobre su posible asociación con hormonas como la IGF-I bovina, presente en la leche de vaca; pero esto no se ha demostrado definitivamente. De la misma manera, el marisco puede contener niveles relativamente altos de yodo, que se asocia a la aparición de acné. Las personas propensas deberían evitarlo, aunque probablemente las cantidades del marisco no son suficientes para causar un brote. También se ha sugerido la relación entre una dieta alta en azúcares refinados y el acné.

¿CUALES SON LOS TRATAMIENTOS ACTUALES PARA COMBATIRLO?

Los dermatólogos cuentan con un abanico de posibles tratamientos. La elección dependerá del grado de la patología:

Tratamiento tópico con retinoides

Los retinoides constituyen el tratamiento de elección para el acné. Su mecanismo de acción es comedolítico; al normalizar la queratinización folicular, contribuye a la expulsión del comedón y previene el desarrollo de otros nuevos, razón por lo que puede emplearse para tratar el acné leve y moderado.

Tratamiento con agentes antibacterianos y antibióticos

Las especies de microorganismos que colonizan el folículo sebáceo son bacterias. El mecanismo de acción de los agentes antimicrobianos se centra en la destrucción y en la reducción de la capacidad de los microorganismos foliculares para generar citosinas proinflamatorias. Pueden aplicarse en forma de crema, gel o incluso jabones.

Los antibióticos por vía oral se emplean en las formas inflamatorias del acné. Su indicación se relaciona con la forma clínica y la evolución de la afección. El mecanismo de acción de los antibióticos orales es reducir el desarrollo de propionibacterium acnés, que es el factor más importante en el desencadenamiento de la respuesta inflamatoria en el acné. Tienen actividad antiinflamatoria y dentro de los efectos adversos más comunes están los gastrointestinales.

Tratamientos hormonales

En los pacientes con acné y trastornos endocrinológicos, y también en las mujeres sin alteración de los niveles de andrógenos, se pueden emplear tratamientos hormonales. La finalidad es frenar la producción de sebo debida a la acción de los andrógenos sobre el folículo sebáceo. Este tratamiento está indicado en el acné de la mujer adulta, caracterizado por la persistencia de pápulas inflamatorias y nódulos que afectan la mitad inferior de la cara y el cuello, cuando el tratamiento con antibióticos no obtuvo buenos resultados.

Microdermoabrasión

Para realizar este procedimiento se utiliza un equipo que, mediante presión y vacío, dispara microcristales de óxido de aluminio a través de un tubo, lo que produce un efecto abrasivo en las capas superficiales de la piel. Estos cristales son luego succionados por el sistema y eliminados. 

Peeling químico

Los agentes más utilizados para efectuarlo son los ácidos glicólico y mandélico, pirúvico y tricloroacético, en dosis bajas. Estos agentes comedolíticos liposolubles disminuyen la cohesión de los queratinocitos en la apertura folicular, lo que facilita la expulsión del comedón. En general, los peeling son bien tolerados y cuando los fármacos se utilizan en concentraciones altas deben ser efectuados por el dermatólogo.



¿POR QUÉ SE PRODUCEN LAS MARCAS DE ACNÉ?

A menudo el acné grave deja cicatrices allí donde la piel crece de forma volcánica. Son difíciles de tratar y, además, no es usual que consigan quitarse por completo con éxito.

Las manchas rojas, posteriormente oscuras a veces, se suelen tratar mediante peeling químico o mediante fototerapia. En ambos casos se logra descamar la piel, renovando las capas exteriores de la dermis y epidermis. Con las fuentes de luz se logra una regeneración cutánea de la dermis por la síntesis de colágeno y elastina, que logra regular factores de hidratación y secreción sebácea.

Un paciente con secuelas marcadas suele eliminar estas manchas casi por completo, mientras que las cicatrices se eliminan menos exitosamente en algunos casos. Un método de tratamiento adecuado para este fin es la terapia con fuentes de luz y radiofrecuencia.

¿ES FÁCIL ACABAR CON ELLAS?

Actualmente disponemos de tecnologías adecuadas para minimizar o eliminar totalmente las cicatrices. En función del grado, se obtienen resultados muy satisfactorios. Se pueden tratar con láser y radiofrecuencia. 

Hoy por hoy, las fuentes de luz y radiofrecuencia, asociadas a un tratamiento tópico adecuado, se muestran como la terapia más efectiva: 

E – MATRIX

Esta tecnología utiliza energía de radiofrecuencia bipolar para penetrar a mayor profundidad en la piel. Esta energía estimula el crecimiento de nuevo colágeno sin lesionar su capa superior. Cuando se forma nuevo colágeno, la piel se renueva y las cicatrices de acné disminuyen. 

Este tratamiento de neocolagénisis no requiere tiempo de inactividad, no necesita anestesia ni cremas tópicas. Para reducir por completo las cicatrices se deberán realizar de 3 a 5 sesiones.


LASER DE CO2: CORE

El láser de Dióxido de carbono (CO2) es un tratamiento más agresivo, que elimina completamente la capa superior de la piel y deja lesiones visibles para estimular el crecimiento de colágeno y nueva piel. La piel se renueva por completo pero para esto se requiere reposo por 2 o 3 días.

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